Eso o la vida




"¿Que por qué lo hacía? Pues porque sí. ¿Por qué no habría de hacerlo? Para enseñarle, para que se enterase. Y a punto estuve de retorcerle a la espalda sus delgados brazos, casi con toda la fuerza que pude, hasta que empezó a insultarme y arañarme, pues nunca aceptó rendirse. Eso es lo que le solía hacer. Y cosas peores. Fui yo quien le puso el mote de Clementine (por la canción que cantaban los soldados ingleses de los barracones Schneller, que en aquellos días estaban por todo Jerusalén: 'Oh my darling, oh my darling, oh my darling Clementine!). Las chicas de nuestra clase, por sorprendente que pueda parecer, no se lo tomaron a mal, y durante Januká, seis meses después, cuando todo había acabado, seguían llamando Tina a Esti. Tina, por Clementina (de Clementine, claro)."


La bicicleta de Sumji
Amos Oz
trad. de Miguel Martínez-Lage
México, 2005, FCE-Ediciones Siruela, 71 pp.

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