En defensa de los pinches pelones
Todo esto me hizo recordar El sufrimiento de un hombre calvo, obra
del mexiquense Samuel Segura que obtuvo en 2012 el primer Premio Nacional de
Novela Corta de Humor (que premia a novelas de humor cortas, hay que aclarar), auspiciado
por el Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes (ITCA), sello bajo el
cual se publicó a finales de ese mismo año en la Colección Fortalezas. Un alma caritativa de esa institución me regaló un
ejemplar el pasado Día del Libro. Menos de cien páginas devoradas en una tarde nublada
de abril y es la hora que no dejo de pensar en lo hábil que un escritor debe
ser para trazar, como explica un admirador anónimo en la contratapa, todas las dimensiones
de sus personajes en un texto tan breve.
Al margen de sus cualidades
narrativas (es un texto diáfano, ameno, profundo, irónico), que para esta fecha
muchos habrán señalado, quiero detenerme en tres cosas que llamaron gratamente
mi atención. La primera es el humor inteligente que maneja. Si usted busca una
serie de chistes sobre la que se sostiene una historia mediocre, no la va a
encontrar aquí. Salvo la reiteración de la calvicie, cáustica por decir lo
menos, el humor está metido en los personajes, y surge de ahí acompañado de la
reflexión. La segunda es la humanidad de los personajes, característica inherente
a la anterior pues al renunciar al humor barato los personajes no son
caricaturas de nada, sino seres con los que uno termina identificándose lo
quiera o no. Así, no hay buenos ni malos, sino personas que son víctimas de sus
propias decisiones, grandes o pequeñas, y verdugos de su microecosistema
familiar. Pero lo que más me gusta es la reivindicación que Samuel Segura hace
de un patético pinche pelón. Un personaje, padre del protagonista, quien es al
mismo tiempo creador de todas las desgracias y principal damnificado, un
fracasado que sale a flote echando mano de lo único que tiene, como quien se
echa la bicicleta a cuestas para atravesar una calle salpicada de vidrios.
El sufrimiento de un hombre calvo
es pues, también, una novela de justicia y esperanza, la constatación de que todos tenemos derecho a un lugar en la red trófica urbana. Perfecta para leerse en
una tarde nublada.
Segura, Samuel (2012). El sufrimiento de un hombre calvo. México: Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes.