De hueva...

Mi testículo izquierdo pregunta por ti

Mi testículo izquierdo te sigue extrañando. Me despierta a medianoche con una pregunta tímida que se transforma en clamor, en grito rabioso. No hace como esos locos que se encierran a llorar su desolación, a desgarrarse las venas o a vaciar en papeles letras de arrepentimiento; mi huevo izquierdo se rebela y me reprocha el haberte olvidado en la bolsa más pequeña del pantalón. A veces su furia es tanta y tan insistentes sus reclamos que contagia al timorato, al pasivo testículo derecho. Ya aliados, huevo huevudo y huevo huevón me acosan con ese dolorcito belicoso con que enumeran su pliego petitorio. Ay, si vinieras a negociar con ellos; yo solo no puedo disolver esta protesta de testículos radicales. He llegado a preguntarme si eso que llamamos cáncer no será sino una rebelión de células desenamoradas.