Cómo no, caray

¿Será eso la intuición?
O será que a veces
caray
al destino le da
por sobreprotegerlo a uno.
Esas veces
caray
uno termina
felicitándose a sí mismo
por ejemplo
por no haber acudido
a un sitio a donde lo invitaron.
Un sitio
caray
al que nunca de los nuncas
hubiera sido bueno ir.
Felicitaciones para mí, chingao.

Comentarios

Entradas populares