TVo y no



¿Qué le has de hacer si no te alcanza el tiempo ni los recursos para usar el servicio de televisión por cable? Ver, a cuentagotas, los (viejos) capítulos continuos de Mujer, casos de la vida real, las bravuconadas de López Dóriga y los malos chistes de Loret de Mola. Y en sábados como el pasado, leer lo que sea mientras la Mujer Maravilla se emociona con el fut.

Pero hay días que, bueno, se te inflama el corazón porque verás en cadena nacional un programa grabado en tu tierra hace tres días; uno que, dicen, forma parte del festival internacional. De modo que botas el libro y vuelves a la tevé. Una lluvia de estrellas, como debe de ser, y las canciones mal entonadas por Ana, Ninel, Celso, Manuel, Guadalupe y tantos grupos como solistas gritando vivas a la tierra de Rigo Tovar (q.e.p.d.), diciendo que recordar es vivir. Chale. Y no quieres saber, pero te preguntas cuánto le habrá costado al gobernador traer esa caravana en tiempos de crisis. Ni te lo imaginas. No quieres. Juras que no te interesa. Y además, la cultura no tiene precio dices, dicen. De modo que cantas con Ana Bárbara (y con el góber): ¿Cuánto me debía el destino que contigo me pagó?

Entonces la transmisión se interrumpe. Negro. Silencio. Vas a revisar la tevé, que es ya más vieja que nueva, y en eso aparece, llenando la pantalla, el cutis de López Dóriga. En sábado, ¡sabadazo!, te dices y es cierto, porque en vez de pasar la típica escena de la multitud vestida de verde en torno a la Victoria Alada nos vamos al mundial, nos vamos al mundial, ves un montón de camiones y policías cercar las oficinas de Luz y Fuerza del Centro. Luego hay noticias. ¿Noticias?

Esperas unos minutos, ni siquiera te sorprendes, luego aporreas el mando a distancia para repasar los cuatro canales que se ven en tu televisor. Te vuelves a preguntar cuánto costaría salir en el programa ése (el de las estrellas), diciendo que en tu tierra el arte está de fiesta y que avanzamos y eso, mas ahora sólo para enlazarla con otra pregunta: ¿cuánto esperarían los televidentes antes de cambiar de canal? Sintonizas un programa llamado "Doble cara". Sí, tal como lo recuerdas, el Gobierno Federal había sostenido (mono)logos con el SME y Gobernación había (re)nunciado pláticas para la próxima semana.

Empieza el domingo, te acabas el librito y vuelves a encender el televisor. Un programa hecho en Tamaulipas con dinero de ya sabes quién: "Emprendedores con futuro" se llama, un escaparate para presidentes municipales y señoras del DIF. En la pantalla, Plácido Domingo se prepara (de nuevo) para iniciar el concierto que ofreció en Tampico. Ya que no tuviste (dinero ni) tiempo para verlo allá, no te caerá mal escucharlo, como lo escuchaste y viste apenas ayer, en Cavalleria rusticana y Pagliacci, las películas ochenteras de Zeffirelli que preferiste mirar en vez de Muévete, el programa número uno en toda Latinoamérica. No vas a preguntarte ahora cuánto cuesta mantener un programa así semana a semana (estás pensando, a la vez, en el de los funcionarios y en el [programa] de Maribel Guardia). Domingo está a punto de cantar y en eso, la transmisión se suspende porque en la Ciudad de México los hombres del principito están dando una conferencia de prensa que acá ni se oye ni se verá bien.

¿Qué haces, si sólo tienes cuatro canales para escoger? Buscar otro libro, escuchar tus propios discos, reñir con la Hormiga Atómica, eructar junto con ella. Y claro, esperar a que empiecen los novedosos programas "realistas" de Televisa y Tv Azteca. Va empezando La Academia y, como en las otras cinco o seis generaciones, lagrimeas al ver cómo un padre y su hijo se vuelven a ver luego de casi veinte minutos de haberse dicho adiós en el camerino. Abrazas a la hormiga, que babea sin cesar y algo vas a decirle cuando la transmisión se interrumpe para que el chaparrito pelón de lentes diga que gracias al sabadazo a todos nos irá mejor.

¿Qué haces? El principito dice que, para rescatar a LFC, disolvió LFC; que va a generar empleo despidiendo a más de 30 mil obreros, que para ahorrar recursos va a indemnizar a una muchedumbre, otorgando hasta "33 meses de salario". Vaya voluntad. También dice que está decidido a acabar con la ineficiencia y los gastos desmedidos.

¿Qué puedes hacer si no pensar en la SEP, en el IMSS, en el ISSSTE y en PEMEX? ¿Siguen todos éstos o por ahí debía comenzar? Ineficiencia, burocratismo, despilfarro, corrupción. ¿No es la definición tanto de los sindicatos como del IFE, TRIFE, SSP, SHCP, del Congreso y de los Pinos? ¿De veras lo hará?

Como sea, el numerito te echó a perder sábado y domingo, al menos televisivamente. Se lo echó a perder también a tu gobernador. Y te preguntas, o mejor no, ¿cuánto cuesta, a la hora que quieras, salir en televisión?


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