Y aun entonces
¿Qué más podríamos pedir, amigos?
Sara, Marco Antonio, Liliana, después de esta rola de nuestro flaco (a)dorado
y de las películas de un ajeno enfant terrible que ustedes saben mirar,
¿qué otra cosa, Uhma, te atreverías a pedir?
De acuerdo, quizá la voz de Chavela, de tu querida Chavela.
Pero después de eso, Chuy Marín, Sorais, y de una caguama pa' escucharla/verla/saborearla,
¿podríamos, Elín, sin dar la espalda al decoro, demandar alguna cosa?
Sí, algo más. Seguro. Demasiado, pero mucho más.
Mucho más de Luz.
Comentarios